El sereno de la terminal alertó sobre el accionar de los «carreros» y luego tuvo que refugiarse.
En la madrugada del domingo, entre las 4 o 4.30, cuatro colombianos ingresaron por la fuerza a uno de lo
En la madrugada del domingo, entre las 4 o 4.30, cuatro colombianos ingresaron por la fuerza a uno de los locales comerciales que se encuentran en la terminal de ómnibus de Salvador Mazza. El hecho fue advertido por el sereno del lugar, identificado como Hugo Verón, de 40 años, quien inmediatamente dio aviso sobre lo sucedido. Los sujetos, cuatro colombianos, se dieron cuenta del accionar del trabajador y trataron de ajusticiarlo.
Según pudo saber El Tribuno, los colectivos de larga distancia llegan a las cuatro de la madrugada a la terminal fronteriza, momento en que tanto los «carreros» -como se los conocen a los colombianos- como otros sujetos que deambulan por el lugar saben de la llegada de los micros y esperan agazapados a sus «presas» para robar y delinquir.
Fuentes investigativas consultadas por este medio indicaron que en más de una oportunidad desde la terminal solicitaron apoyo policial por el tema de la inseguridad, sin embargo muchas veces en los destacamentos norteños no cuentan con los recursos necesarios para ayudar y combatir el delito. En la terminal de Salvador Mazza los serenos que trabajan allí se ven sobrepasados por la delincuencia.
Luego del frustrado intento de robo en uno de los comercios, los colombianos, armados con armas blancas, siguieron al sereno con intención de vengarse. Pero el trabajador logró escapar de los carreros y se refugió en la zona de taxis, cuyos choferes le brindaron protección hasta que llegó la Policía.
Cerca de un asentamiento que se encuentra en la zona de la terminal los cuatro colombianos fueron detenidos por la Policía y puestos a disposición de la Fiscalía de turno.
que se encuentran en la terminal de ómnibus de Salvador Mazza. El hecho fue advertido por el sereno del lugar, identificado como Hugo Verón, de 40 años, quien inmediatamente dio aviso sobre lo sucedido. Los sujetos, cuatro colombianos, se dieron cuenta del accionar del trabajador y trataron de ajusticiarlo.
Según pudo saber El Tribuno, los colectivos de larga distancia llegan a las cuatro de la madrugada a la terminal fronteriza, momento en que tanto los «carreros» -como se los conocen a los colombianos- como otros sujetos que deambulan por el lugar saben de la llegada de los micros y esperan agazapados a sus «presas» para robar y delinquir.
Fuentes investigativas consultadas por este medio indicaron que en más de una oportunidad desde la terminal solicitaron apoyo policial por el tema de la inseguridad, sin embargo muchas veces en los destacamentos norteños no cuentan con los recursos necesarios para ayudar y combatir el delito. En la terminal de Salvador Mazza los serenos que trabajan allí se ven sobrepasados por la delincuencia.
Luego del frustrado intento de robo en uno de los comercios, los colombianos, armados con armas blancas, siguieron al sereno con intención de vengarse. Pero el trabajador logró escapar de los carreros y se refugió en la zona de taxis, cuyos choferes le brindaron protección hasta que llegó la Policía.
Cerca de un asentamiento que se encuentra en la zona de la terminal los cuatro colombianos fueron detenidos por la Policía y puestos a disposición de la Fiscalía de turno.
Cargando ...
Agregue un Comentario