Los padres de los niños de séptimo grado de la Escuela Vicente Solá, habían contratado un servicio de catering y comenzaron a pagar hace unos meses la tarjeta para la cena.
Son 200 alumnos, y por cada uno pagaron 4 mil pesos, mientras que los familiares 2.500. Hasta los últimos días, la maniobra no había despertado ningún tipo de sospechas y la cena estaba prevista para hoy.
Avanzaron los meses y en las últimas semanas intentaron contactarse con el hombre con quien hicieron el acuerdo. Ayer se presentaron en las oficinas de calle Pueyrredón donde funciona el catering.
Quienes atendieron a los familiares explicaron que allí trabajaba esa persona en cuestión, pero que el 5 de diciembre pasado regresó a su país de origen, Colombia. Tras la denuncia interviene la justicia.
Habria q aclarar q este estafador tiene gente q trabaja con el, una mujer q recibe las transferencias y personal del catering q le proporcionaban el talonario para entregar como comprobante.
Donde lo encuentre le voy a quebras las piernas. Acuerdesen esta avisado