Continuó hoy el juicio por el homicidio de María Leonor Gine, con la declaración de peritos psicológicos y psiquiatras que realizaron informes sobres los imputados; Agustín Morales, nieto de la víctima, Federico Leonardo Detzel y Tania Rocío Aguirre.
La jornada inició con el testimonio del psicólogo pedido por la defensa de Morales, quien dijo haber entrevistado a Agustín dos o tres veces en su consultorio por pedido de su familia. A partir de esto supo que comenzó a consumir drogas a los 12 o 13 años y que padecía una adicción severa al “paco” o pasta base y que también había consumido cocaína.
El profesional afirmó que la pasta base produce una disociación de la realidad, un bloqueo afectivo y de conciencia. Además dijo que a Morales se lo veía angustiado por su problema de adicción y que podía asumir sus errores, pero seguía frecuentando lugares de alta vulnerabilidad social para consumir sustancias prohibidas. El psicólogo sostuvo que nunca advirtió actitudes agresivas.
También declaró una médica psiquiatra del CIF que evaluó a Tania Aguirre y a Agustín Morales. Sobre Tania, la médica señaló que dijo ser consumidora de tabaco, alcohol, cannabis y pasta base, pero no lo refirió como algo problemático. Además no reconoció responsabilidad sobre los hechos de los que se la acusan e indicó que ella concurrió para prestar un servicio como trabajadora sexual. Sobre esto, la profesional lo describió como un discurso espontáneo, exculpatorio y sin indicadores de ocultamiento.
Acerca del informe realizado a Agustín Morales comentó que Agustín dijo estar viviendo en Belgrano al 900 porque le convenía a la hora de movilizarse a los lugares donde compraba estupefacientes.
También dijo que Morales le comentó haber comenzado a consumir a los 14 años cocaína, marihuana y pasta base, a veces con alcohol y psicofármacos. Además de haber abandonado tratamientos en instituciones de Salta y Córdoba por voluntad propia.
La profesional sostuvo que el imputado en la causa se mostró reticente, con discurso evasivo, confuso y exculpatorio. Además de notar indicadores de ocultamiento y no presentar capacidad empática ni registro del otro.
Luego fue el turno de un médico psiquiatra del Servicio Médico del Poder Judicial que realizó informes sobre los tres imputados.
Al referirse al nieto de la víctima concluyó que posee una personalidad con perfil psicopático disocial, con conductas impulsivas. Pero no presentaba psicosis ni otra patología mental importante al momento del examen.
Si bien el acusado admitió el consumo de sustancias psicoactivas, adujo amnesia temporal y circunscripta al momento de los hechos de los cuales se lo acusa. El perito afirmó que puede resultar verosímil, aunque difícil de demostrar.
Sobre Detzel, el profesional dijo que durante la entrevista admitió su consumo de pasta base, comentó que no presentaba antecedentes patológicos relevantes ni trastornos en el control de sus impulsos. Tampoco se observaron deficiencias cognitivas ni comunicacionales.
Acerca de Tania Aguirre, indicó que no tenía rasgos patológicos psiquiátricos y que su discurso fue coherente, con la atención y la memoria conservadas.
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