Consultado por la denuncia pública que realizó una alumna, el directivo José Farfán admitió que hay un expediente en la cartera de Educación porque un docente miraba de manera «indebida” a una alumna.
Varios reclamos llevaron a los alumnos del Bachillerato Artístico 5093 “Tomás Cabrera” a manifestarse pacíficamente en las instalaciones del establecimiento educativo, según informó La Gaceta de Salta.
Uno de los pedidos de los estudiantes es la limpieza del edificio, principalmente de la zona de los baños. Pero lo más grave tiene que ver con denuncias de acoso por parte de un profesor hacia las alumnas.
Durante una transmisión en vivo de LA GACETA, la joven de segundo año, indicó: “mi primer año en el colegio fue complicado y difícil, porque sufrí acoso por parte del profesor de formación ética, él miraba pornografía en clase, se toca y se presenta en condiciones muy fuera de lugar, con el cierre bajo. Nos mira a las chicas y en las clases no nos dejaba hablar, es bastante machista”.
En su relato, la joven continúo diciendo: “hice una nota con mis padres para no asistir a sus clases porque estaba incómoda, tuve que seguir todo el año así. Me sentí ignorada por parte del cuerpo directivo y por parte del ministerio de Educación, el profesor viene desde hace años y hay un montón de quejas. Esto también lo hacemos por quienes se callan y no se animan a hablar”.
Consultado por esta situación, José Farfán, director del colegio Tomás Cabrera, afirmó que es un caso «complejo, porque los chicos afirman que un profesor de Formación ética y ciudadana que tiene tres cursos en este colegio las mira de una manera indebida”.
Y sobre esta situación reconoció que el año pasado una alumna denunció que el profesor le miraba la cola. “La tomamos en cuenta a la chica, fue al gabinete disciplinario, hicieron un acta, se citó a la madre, vino la madre, la madre tuvo dos entrevistas con la supervisora, se hicieron todas las actuaciones correspondientes, enviamos eso al Ministerio de Educación, pasó al departamento de Jurídicos y desde ahí sigue los caminos por las vías legales del ministerio. En este caso tiene que determinar si hay una irregularidad en el comportamiento del docente y ellos determinan el inicio o no del sumario correspondiente donde tendríamos que ir a declarar todos los implicados. Y ellos determinan la sanción, suspensión o cesantía”, indicó Farfán.
El directivo insistió en que primero había un grupo numeroso de alumnos que se hicieron eco de esta situación pero que al momento de tomar las vías administrativas para dar curso al reclamo hubo una sola madre que se dispuso a avanzar en los trámites en el Ministerio de Educación. “En ese momento era un grupo bastante importante de ese curso que denunciaban que vieron al profesor mirando un video pornográfico en su teléfono, pero la mamá estuvo sola, se la bancó sola, ningún otro papá de ese curso apareció como para respaldar lo que decían los hijos”, expresó.
Por otro lado se defendió diciendo que la acusación es que el director no hace nada, los alumnos me dicen que sus papás no van a hacer nada o que sus papás van a venir a romper el colegio y yo les digo que vengan, que hablamos con él y que me firme el acta. Yo necesito el aval de ellos sobre los dichos de los chicos, sino queda la palabra de un menor contra la de un adulto”.
Asimismo, Farfán recalcó que en ningún caso se tomó la vía legal para denunciar este hecho. “Llama la atención que todo este rumor que se genera, tanto el padre como los chicos tienen todo el derecho de ir a la Justicia y hacer la denuncia, nadie lo hizo. Ni siquiera asumiendo sus propios derechos lo han hecho y eso nos ayudaría un montón en este sumario”, manifestó.
El caso Peñalba
Uno de los casos que mayor polémica generó en el Colegio fue el de Milagros Peñalba, quien tomó notoriedad por haber sido una de las expositoras durante los debates que se realizaron en el Senado de la Nación cuando se discutía la despenalización del aborto.
En medio de la exposición mediática que tuvo su postura, se acusó al colegio de haber expulsado a la estudiante por sus ideas.
Sobre esta situación, Farfán explicó que no se la expulsó: «no existe la expulsión en el colegio secundario. Tenía sanciones por no entrar al aula, tenía una clase de inglés de tres horas, había recreo en medio de esas horas y no volvió a entrar. Entonces la profesora de inglés al terminar su tercer hora pide la sanción. Cuando la preceptora averigua tampoco entró a la siguiente hora, creo que era de historia. Entonces se la sanciona a la chica, estaba en el colegio pero no entró al aula”.
Otra de las sanciones según el directivo fue porque “se retiró del colegio a las 12 y media. Vino, habló con el preceptor y le dijo que tenía una nota de su madre para que se retire a esa hora. Por reglamento tenemos estipulado de que para que el alumno pueda salir de la institución tiene que venir un adulto responsable a firmar una pequeña acta donde él se puede hacer responsable. La chiquita habló con el preceptor, habló conmigo y agarró su mochila y se fue. Ante la advertencia del preceptor y del director decidió retirarse por su cuenta”.
De esta forma, aclaró que no estuvo acusada y se fue por gestión de la madre. «El mito acá es que la chica se fue expulsada por el director, yo expliqué aula por aula, en un acto escolar y todo, hasta la ministra salió aclarando que no fue expulsada. Y uno sigue escuchando que la chica se fue expulsada por el director por su postura sobre el aborto y nada que ver”.
El problema de la limpieza
Respecto a la otra problemática que llevó a los estudiantes a organizar la protesta, el director del colegio dijo que están “pasando por un momento crítico en cuanto al personal de ordenanza en el Colegio. Es un colegio grande de dos plantas, y cuando iniciamos nuestras actividades en el 2015 teníamos un plantel de cinco ordenanzas, actualmente tengo dos”.
Según afirma el directivo, uno de los ordenanzas se jubiló el año pasado y debido a una disposición del Ministerio de educación, no se puede realizar ningún reemplazo.
“Con el famoso pacto fiscal hay congelamiento de las vacantes para ingresar a la administración pública. Hoy tengo dos ordenanzas de mi plantel de cinco trabajando, imaginate falta uno, el otro no puede hacer mucho en un edificio tan grande con cuatro baños para atender quince aulas para ver resulta complicada la cosa”, manifestó.
Sobre otro de los casos, Farfán contó que “tengo otro personal que desde octubre del año pasado no viene a trabajar, presenta carpeta médica, justificativos gremiales y hemos hecho la exposición del caso en el ministerio de educación. Hay sumario administrativo a la espera de una resolución: suspensión o cesantía, lo que corresponda”.
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