Deportes

SuperclasicoBoca – River: un partidazo que terminó en empate, ahora los dos piensan en la Copa Libertadores

Igualaron 2-2 en la Bombonera en un partido que tuvo a los dos en ventaja en el marcador. Se fueron expulsados Campuzano en el local y Enzo Pérez en el Millonario.

Cuando lo dramático prevalece sobre el fútbol, el juego pasa a segundo plano. Semejante Superclásico, cargado de circunstancias casi azarosas y emocionales desdibujan méritos, errores y virtudes pero, separada la paja, del trigo quedan algunas conclusiones: River es mejor equipo que Boca. ¿Boca cree que puede ser campeón de algo jugando así? Y, sin embargo, pudo haberlo ganado Boca. Por aquello de los momentos, de las circunstancias. Todo un engaño. ¿Pudo ganarlo River? Desde ya, pero pagó por ciertas inconsistencias, flaquezas de retroceso y de defensa en el fondo y, al menos este sábado, por no haber sido todo lo profundo que insinúan sus intenciones.

Pagó caro Boca la expulsión de Campuzano, un irresponsable que jugó de prestado hasta la segunda amarilla. Pagó River la roja de Pérez, infrecuente en un jugador de su experiencia, en el momento menos aconsejable. ¿Definió eso el resultado? No, pero tuvieron su influencia en el desarollo y en el desenlace. Sin Campuzano, River se fue con todo. Sin Pérez, Boca encontró el hueco donde apareció Tevez para habilitar a Villa. Vaya si pesaron esos dos hombres que perdieron uno y otro.

La jerarquía individual de River y la actitud desde el primer minuto de ir a buscar el partido coincidieron con la actitud cuidadosa, replegada de Boca, como si se supiera inferior. Aguantó Boca el arranque y de la nada se encontró con la ventaja de la buena definición de Ábila después de que Zárate le ganará por única a vez a Zuculini y dejara el pase a Mas, que apareció como un 10 y metió un pase profundo para cerrar un gol “tipo Premier”. Largo, cruzado y exacto.

Las discusiones también fueron parte del Superclásico. (Foto: Juano Tesone)

Si Boca salió a ver qué pasaba, el 1-0 le profundizó las convicciones. Parece que Russo estaba preocupado con las trepadas de Pinola y puso de ese lado, a la derecha, a Cardona. El colombiano perdió perfil para el enganche. Quedó con la cancha cambiada. No pesó. Villa amagaba sin concretar. Y Boca resignaba la pelota y después la pelea por el territorio que River usó pero sin movilidad, sin crear espacios. Casi todos esperando el pase, sin movimiento, estáticos. Borré entre los centrales, demasiado abierto y solitario el chico Beltrán. Carrascal en un mano a mano con Buffarini que terminó en tablas en la primera parte y un De La Cruz sin peso. Sobraba Zuculini.

Con dominio y posesión de 70-30, no creó demasiadas situaciones River en esa primera parte. Las dos bien resueltas por Andrada. Boca, con menos, casi por inercia, llegó una vez a Armani en un remate de Capaldo que el arquero resolvió a puro reflejo y buena ubicación. Mansamente se fueron 1-0 a los vestuarios. Boca cómodo porque le alcanzaba, River apurado y sin claridad.

Entonces Gallardo hizo lo que hubiera hecho cualquier entrenador. Suárez y Nacho adentro, Zuculini y Beltrán a las duchas. Abrió el campo, presionó más arriba y ratificó que había ido a la Bombonera a ganar, no a ver qué pasaba. Mérito tiene, tampoco para el Oscar.

La respuesta de Russo fueron los ingresos de Tevez y Soldano con las salidas de un Zárate que se fue diluyendo y un Ábila tocado en un aductor que además había tomado una mala decisión, aunque estaba en offside, evitando lo que era el segundo gol y nocaut.

Y entonces Campuzano hizo lo que hizo y quedaron 10 contra 11 obligando ahora a Russo a mover sus fichas para rearmar su línea media. Duró poco más de diez minutos porque River, ya con línea de tres, cuatro delanteros y dos nueves en el área asfixió a Boca en los últimos metros hasta darlo vuelta con dos estupendos cabezazos de Girotti y Borré.

Como los partidos duran más de 90 y los Superclásicos tienen ese no sé qué, apareció ese hueco, el pase de fantasía de Tevez y el 2-2 de Villa para reivindicar al colombiano como la figura relevante cuando había jugado a cuentagotas.

A estas horas es probable que ninguno de los dos se haya ido conforme. Que ambos se atribuyan más méritos de los que tuvieron. Pero también que cuando decante la adrenalina y la cabeza se enfríe, piensen en lo que les falta.

Se jugaban la punta de una de las zonas Campeonato, también miraban de reojo la Libertadores. Si fue un ensayo, River debería quedarse un poco más tranquilo. Tiene un sistema, una idea y calidad. A veces sale, a veces no tanto. Boca tiene un amor propio encomiable, pero no tiene juego, trata a la pelota de usted y debe saber que para ganar hay que atacar. Dos veces encontró los goles en jugadas aisladas, casi fuera de contexto. No siempre será igual.

Agregue un Comentario

Click aquí para agregar un comentario

CADENA 365 EN TU CELULAR

Descarga nuestra app para Android

Encuestas

¿Que expectativas te generan las medidas propuestas por Javier Milei?

Resultados

Cargando ... Cargando ...

Fotonoticias

En la PunaFuror por un pueblito salteño de 250 habitantes ubicado a 4100 de altura
Ver anteriores