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Fiesta en OlivosAlejandro Fantino, lapidario con Alberto Fernández por cerrar con dinero la causa de la fiesta en cuarentena

El conductor, cuyo padre murió durante el aislamiento obligatorio, dijo: “Es de cobarde arreglar esto con guita. Y el fiscal, otro pusilánime”.

Alejandro Fantino hizo su diatriba contra Alberto Fernández por querer cerrar con dinero la causa judicial por la fiesta clandestina que realizó en la residencia presidencial de Olivos en plena cuarentena.

El conductor de Animales sueltos (América, a las 23.30), cuyo padre murió en esa misma época y, como tantos otros argentinos, no pudo despedirlo a causa del decreto presidencial que había establecido el aislamiento social preventivo y obligatorio, arremetió también contra el fiscal que aceptó la oferta de Alberto Fernández de pagar una multa de 1.600.000 pesos para cerrar la causa.

En el comienzo de la emisión de su programa de ayer, martes, Alejandro Fantino se paró frente a la cámara y se tomó siete minutos para expresar sus sentimientos y su pensamiento en referencia a ese tema.

«Cuando algo me llega, me puedo pelear con Tyson -comenzó diciendo Fantino-. Y hoy me llegó muy fuertemente la berretada de Alberto Fernández queriendo arreglar con un palo seis (1.600.000 pesos) la festichola de Olivos».

«No es que todos los días voy a tirar bombas para todos lados -le aclaró a su audiencia-. Pero hoy me pasó. Soy muy respetuoso: trato de decir las cosas con un tono que no ofenda. Pero hoy me pasó y les voy a contar por qué me pasó. En el caso de los periodistas, está mal utilizar un micrófono para contar algo personal, pero a mí se me murió mi viejo y tengo las cenizas en una cajita de madera».

«Se me murió en barrio Norte. Me avisaron a las dos de la mañana que mi viejo se murió en barrio Norte. ¿Cómo mi viejo se va a morir en barrio Norte si mi viejo nació en San Vicente, Santa Fe? Lo fue a buscar una ambulancia…», contó, a punto de quebrarse, pero dominando la emoción frente a la cámara.

Y siguió: «Yo era trabajador esencial. Podría haber chapeado, podría haber salido y si la cana me paraba, podría haber inventado que estaba yendo a América. Pero no pude. No pude y no quise. Porque, ¿sabés qué? Te estaría cagando a vos que estás del otro lado siguiéndome todas las noches, que me habilitás tu confianza, que hace 27 años que me seguís».

«Entonces, como cualquier hijo de vecino, como tienen que ser las cosas, me la banqué -agregó Alejandro Fantino-. No lo despedí, no lo enterré, lo cremé. En algún momento arrojaré sus cenizas al río en Sauce Viejo, donde él tenía una casita…».

Dicho eso, se indignó: «Pero hoy vi el acto de cobardía que hizo Alberto Fernández. No hay nada más de cobarde que lo que él hizo. Por ahí, le duele que le diga cobarde. Pero yo siento que lo de hoy fue una enorme cobardía: es de cobarde arreglar esto con guita».

Luego, el conductor de Animales sueltos afirmó: «En mi profesión me enseñaron que el afecto de la gente te lo ganás por gramos y lo perdés por kilos. Y este muchacho lo perdió por toneladas».

«Cuando pidió disculpas (por la fiesta en Olivos durante la cuarentena), bueno, uno acepta las disculpas… Yo soy de aceptar las disculpas si me las pedís, sintiéndolas desde el corazón. Pero ahora, doblemente decepcionado, porque yo soy uno de los que perdió un familiar. Y si así no lo fuera, también estaría decepcionado», aseguró.

«No vivimos en una monarquía»

Sin poder ni querer ocultar su bronca, siguió: «Se manda la cagada, pide disculpas y después arregla con un palo seiscientos esto. Yo no voy a hacer la cuenta de cuánto es por cabeza, si son doce pesos… Me importa tres huevos cuánto es por cabeza. Es el acto en sí. Es el acto pusilánime de arreglar esto con guita».

«Bancátela, papá -arremetió Fantino contra Alberto Fernández. No vivimos en una monarquía donde el soberano determina quién vive y quién muere y tiene el cuerpo de los que viven ahí. No, viejo, es una sociedad democrática. Bancátela».

«Metiste la pata, pediste disculpas, seguí adelante el proceso judicial, sentate en el banquillo, poné la caripela y que la justicia diga ‘Culpable, pinte dos meses cuatro paredes en un hogar de ancianos den La Paternal’. Perfecto, vas y pintás. O ‘Culpable, paguen 800.000 pesos. Listo, perfecto, vas y lo pagás», agregó Fantino, imparable.

«El fiscal, otro pusilánime»

Hoy vi el acto de cobardía que hizo Alberto Fernández: es de cobarde arreglar esto con guita». Captura TV.

En su editorial de Animales sueltos, Fantino reclamó: «Pero no desde el lugar del número uno de la Argentina, el Presidente, de arreglar con un palo seiscientos. Y la Justicia, asquerosa. El fiscal, otro pusilánime. Ahora hay que ver qué hace el juez…»

Dicho eso, el periodista fue por más: «Mi viejo se murió, yo no lo pude despedir. Y este muchacho no solamente hizo la fiesta… Yo, internamente, eso hasta se lo había perdonado. ¡Pero que después venga con un palo seis y arregle… Y estos cagones de la Justicia…!»

«Aprendí que esto que estoy diciendo acá trae consecuencias -admitió-. Me meto en quilombos, listo. Simplemente digo las cosas y me movilizo cuando algo me pasa interiormente».

«Lo de Alberto de hoy y lo de la Justicia es poder. Nos pasan la que te dije por la cara. Poder. Es desconexión con la realidad y con la gente. Esto es soberbia, cobardía, decepción. La verdad duele, la decepción mata. Que intente arreglar con un palo seiscientos cuando yo todavía tengo la cajita de madera que dice Jorge Fantino me da mucho asco», cerró, contundente, Alejandro Fantino.

 

AS

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