Desde las 8.30 en la Sala III del Poder Judicial primero alegarán las partes y luego, las magistradas deliberarán en pos del fallo.
Cinco días duró el juicio con el que se investiga el homicidio cometido el 5 de enero del año pasado contra el cambista Felipe Torres, hecho que se consumó mientras el hombre trabajaba esa mañana, cerca de las 11, en su oficina de calle España 618, en plena city salteña, según informó El Tribuno.
El autor del crimen, Sebastián Lombardero Salas, iba a declarar ayer pero su abogada co-defensora, María Eugenia Yaique, contó que no había pasado una buena noche. «Preferimos cuidar su integridad física», dijo. Lombardero Salas está acusado del delito de «homicidio doblemente calificado criminis causa con ensañamiento y alevosía», mientras que la joven que era su novia afronta la acusación de «encubrimiento agravado».
La penúltima audiencia de ayer mostró a los últimos testigos de la causa, primero ingresó Mariela Calivadino, doctora del CIF, quien se sentó al frente del Tribunal integrado por Norma Beatriz Vera (presidenta), María Gabriela González y Carolina Sanguedolce (vocales). De acuerdo a las entrevistas realizadas a los imputados, la profesional sostuvo que Micaela «arrojó rasgos normales, no se presentaron patologías mentales psiquiátricas fuera de ese cuadro de normalidad».
«Sobre el hecho ocurrido (el crimen del cambista) le ocasiona repudio y rechazo. Estuvo predispuesta a colaborar», dijo.
Lo referido sobre Lombardero no fue tan auspicioso, con lo cual la defensa a cargo de Marcelo Arancibia y Yaique salió al cruce con varias preguntas. «El señor Lombardero primero se negó a concurrir, se lo llamo por segunda vez y asistió», expresó Calivadino, y agregó que el imputado estuvo a la defensiva con «un discurso tendiente a ocultar algunos detalles».
Frente a la falta de control de sus impulsos, la profesional definió su personalidad como «peligrosa».
«Dijo recordar el crimen pero no cómo lo hizo», concluyó.
Posición antes de morir
Según el análisis de las prendas de vestir de Felipe Torres, realizado por Josefina Zapata, encargada de Inspección Ocular y Rastros del CIF, la dirección en que fueron analizadas las manchas de sangre ubicadas en el pantalón y las zapatillas, el cambista habría estado sentado en el momento del ataque.
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