El presidente electo elogió la presentación de la ex mandataria en el juicio por presunta corrupción. Y consideró que si le hubieran hecho “lo que le hicieron a ella”, también podría ponerse “furibundo”.
En otro gesto de apoyo político, el presidente electo, Alberto Fernández, intentó justificar este martes el polémico alegato de la ex mandataria Cristina Kirchner en la causa Vialidad, al considerar que fue «maravilloso» y «uno de los más impactantes» que vio en su vida de abogado.
«Lo que vi ayer fue un acto de defensa maravilloso. No era una mujer furibunda, era una mujer que se estaba defendiendo. Fue uno de los alegatos más impactantes que vi en mi vida, que dejó a los jueces mudos porque no podían contestar ninguna de las cosas que Cristina decía, y que dejó mudo al fiscal», sostuvo Fernández en referencia a la exposición de más de tres horas que hizo la ex mandataria ante el tribunal que la juzga por el presunto direccionamiento de la obra pública a favor de Lázaro Báez.
«Si a vos te hacen lo que le hicieron a ella y tenés que dejar a una hija a ocho mil kilómetros de distancia para que se trate por las cosas que le hicieron vivir, no sé si no estaría furibundo también. Es una mujer cansada de la persecución», añadió en declaraciones a radio Metro. Florencia Kirchner está procesado por haber sido incluída en los directorios de las empresas familiares Hotesur y Los Sauces por donde se sospecha se lavó plata negra de la obra pública.
Así Fernández dio un paso más en la defensa política de Cristina Kirchner en las causas de corrupción que empezó, a poco de ser nombrado candidato, diciendo que los jueves habían escrito «barrabasadas» en contra de la ex presidenta,
Durante su declaración, Cristina increpó a los jueces del Tribunal Oral Federal 2, a otros jueces y fiscales e incluso a miembros de la Corte y se negó a contestar preguntas. «¿Responder preguntas? Preguntas tienen que contestar ustedes», los interpeló con malos modales. «A cualquier otro imputado que hablara en forma irrespetuosa hubiese sido interrumpido con un intervalo y un llamado a la cordura», dijo un juez que pidió el anonimato.
Fernández, que había sido propuesto como testigo por la ex presidenta, negó además que lo haya involucrado en su defensa al referirse al rol del jefe de Gabinete en la ejecución del presupuesto del Estado: «Dijo, en términos de derecho, que el juez Ercolini no leyó la Constitución. La administración del Estado está cargo del jefe de Gabinete y dijo ‘acá no veo a ninguno’, pero aclaró: ‘No quiero que los citen porque nada hicieron».
Sobre la acusación a Cristina Kirchner, Fernández insistió que «involucrarla es no tener idea de cómo se resuelve el Estado. Es todo un disparate y utilizan esa figura (de asociación ilícita) para complicar las excarcelaciones». Sucede que Cristina Kirchner firmó decretos reasignando fondos a Vialidad Nacional para financiar las obras de Austral Construcciones, creada en el 2003 por el ex empleado bancario y amigo de Néstor Kirchner, Lázaro Báez.
También, poniendo en profesor de Derecho, apuntó una vez más contra el juez Julián Ercolini, al señalar que «el procesamiento» que dictó en la causa Vialidad es «una pieza» que usará en sus clases en la facultad de Derecho «para demostrar lo que un juez nunca debe hacer».
Consultado sobre si existía conflicto de intereses por las obras asignadas a Lázaro Báez en Santa Cruz, Fernández señaló que lo que hubo fue «un conflicto ético y eso es otra historia».
«Es un análisis mediático que se hace pero no es la realidad. Es un conflicto ético, creo que hubo un error de Cristina pero no es un delito», enfatizó Fernández en alusión a que Lázaro Báez, socio comercial e inquilino de los Kirchner, recibió 3 mil millones de dólares en obras públicas entre el 2003 y el 2015. Báez compartió la propiedad de un lote con Cristina en El Calafate y alquiló el hotel Alto Calafate que pertenece a Hotesur, una de las empresas de los Kirchner. Además, de haber comprado y vendido media docena de inmuebles de la familia Kirchner y construido, en forma gratuita, el mausoleo de Néstor.
«Tenemos todo y estamos trabajando», contestó Fernández cuando le consultaron si tenía el Gabinete definido, y enseguida aseguró que la ex presidenta «influyó lo mismo que cualquier persona de quien valoro su opinión».
Y precisó: «Cuando vean los nombres se van a dar cuenta que no llenó de nombres propios el Gabinete».
Destacó que su Gobierno no será «el de Alberto Fernández», sino del Frente de Todos: «Hay mucha representación del interior del país. Somos un frente pero no una cooperativa. He escuchado a todos y después uno resuelve».
También le abrió una vez más la puerta al economista Roberto Lavagna. «En el Gabinete no estará. No sé si algún día querrá sumar al Gobierno, pero para mí sería un gusto que se sume», remarcó.
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