El santo perdía 1 a 0 ante Crucero, , pero en el complemento mejoró y Zárate consiguió la igualdad. Sigue en zona de abismo y el panorama aún es complicado.
Juventud la pasaba mal en casa ante un Crucero que nunca lo doblegó, pero en el final Leandro Zárate se disfrazó de bombero para apagar las llamas de la desazón y ponerle justicia al resultado. Porque el santo no merecía irse con las manos vacías del Martearena, y hasta pudo haberlo ganado con dos situaciones clarísimas posteriores al empate.
Y el 1 a 1 final no alcanzó para escaparle a la zona de descenso.
Juventud arrancó al partido con buen semblante, pero el primer golpe en seco lo derrumbaba, en el primer intento profundo de la visita: un pase quirúrgico de Marinucci a Molinas ante la siesta de los defensores, éste intentó picar el balón por arriba y Pedroso tapó con sus manos fuera del área en un intento desesperado.
El árbitro Rivero le perdonó la vida y solo amonestó al formoseño. En la acción siguiente, ante una llamativa pasividad de los defensores de Juventud para marcar apareció Marinucci, a los 21’, para mandarla a guardar y llenarlo de dudas.
Si bien Crucero le dejó en varios intervalos tener la pelota, el santo se embarullaba, estuvo flojo en la elaboración de situaciones de balón detenido, modalidad en la que más chances desperdició, y así se escurrían los minutos, cuando el juego y la urgencia pedían practicidad. La brújula no aparecía, pero sí la voluntad de “Momoto” Gómez para agarrar esporádicamente la lanza. Pero con eso no alcanzaba.
En el complemento Juventud salió con otra actitud, porque el partido se lo pedía y porque ganó más aire con los cambios, en el afán del DT Mónaco de colorear el pálido rostro del equipo. El ingreso de Molina le imprimió mayor vértigo. Tal es así que el mismo Molina tuvo, sin fortuna, el empate exigiendo a Argüello con un misil desde afuera (3’).
Para colmo, Juventud también tenía en contra el mal arbitraje de Rivero, que no le cobró a Mendoza un clarísimo penal tras una falta de Presentado en el área (7’) y resolvía a favor de Crucero en todas las divididas.
Parecía que no ligaba una el santo, porque mejoró sustancialmente, pero la mala fortuna y la influencia de los desaciertos arbitrales lo privaban del empate. A los 26’, tras una buena acción colectiva, Argüello le tapó un mano a mano increíble al Ratón Ibáñez; un minuto más tarde, el santo dilapidaba la parda con una fallida chilena de la Chancha.
Los últimos minutos mostraron a un Juventud jugando mejor, inclinando la cancha, pero diluyéndose por la desesperación en los últimos metros y con escaso ímpetu para empujarla en el tramo final, aunque metiendo de prepo y con mejor circulación a Crucero del Norte en su propia área, prevaleciendo pese a la pierna fuerte del elenco visitante.
A los 42’, tras una jugada providencial de Molina y un desborde picante de Mendoza por derecha, se estorbaron en el área chica entre Ibáñez y Guaymás en lo que era el empate.
Y cuando parecía que no era la noche de Juventud, otra vez frotó la lampara Molina, el jugador más claro del santo arrancando desde el banco, enviando un remate recto que permitió el rebote de Argüello que capitalizó Zárate en el área, para otra vez volver a salvarle las papas a Juventud.
Lo que dejó el santo
No más de 2 mil personas acompañaron al santo en el Martearena. Al final del partido, los hinchas agradecieron con un aplauso cerrado la entrega y el esfuerzo de un plantel que viene pasándola bastante mal.
“En la jugada del penal (de Presentado a Mendoza) primero se metió el silbato a la boca y luego miró al asistente. Durante el partido los jugadores de Crucero se tiraban, podría habernos dado algunos minutos más”, se lamentó Cárdenas en diálogo con FM Pacífico al final del partido.
Juventud visitará a San Jorge el próximo martes, a las 17, en el estadio Ángel Pascual Sáez de la vecina provincia, por la decimosexta fecha del torneo Federal A. Luego quedará libre y en la última fecha recibirá a Sarmiento. Dos finales para Juventud, que anoche aseguró matemáticamente su lugar en la reválida.
Zapla perdió y alivia
Zapla se imponía por 1 a 0 sobre el relajado Boca Unidos en el primer tiempo con gol de Julián Navalón y complicaba más el panorama de Juventud, que paralelamente perdía por el mismo marcador y los murmullos se adueñaban anoche del Martearena. Sin embargo, la reacción de los correntinos, que vendrán con el primer puesto asegurado a Salta para jugar con Gimnasia el próximo domingo, llegó en el complemento, con goles de Núñez y Mbombaj.
Fuente: El Tribuno
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