Policiales

Tartagal Agente de la Policía denunciado por violencia de género

Atemorizada, pasaron más de tres meses y se animó a denunciarlo.El efectivo le exigió que se bajara los pantalones y le diera el celular.

Otro hecho de violencia de género se repitió en el norte de la provincia. Hace algunas semanas, un sargento fue denunciado por su pareja por «lesiones agravadas por mediar violencia de género» en Orán. El miércoles, otra mujer pero de Tartagal hizo lo propio con su ahora expareja luego de atravesar momentos hostiles en su contra. En este último caso, el agresor es un agente de la fuerza provincial que se desempeña en la subcomisaría de Vespucio.

Se trata de otro hecho donde la violencia de género marca a fuego el destino de las mujeres, causa donde suele ser habitual que el temor las sujete a no denunciar a su pareja. En esta causa, la víctima de 29 años, quien fue identificada con las iniciales de V.R. -para resguardar la integridad e identidad de su hijo de 2 años-, sufrió la violencia por parte de R.D.R. a principios de enero, sin embargo, inmersa en la incertidumbre de no saber si denunciarlo, se animó y radicó la acusación el miércoles pasado.

La mujer, víctima de la violencia machista por parte del uniformado salteño, trabaja en la Dirección Nacional de Migraciones y, según sostuvo en su denuncia el domingo 5 de enero, cerca de las once de la noche llegó después de haber estado trabajando por más de una semana en Misión La Paz, Pozo Hondo, en Santa Victoria Este.

Se trata de un empleo que la joven había conseguido en el último tiempo, donde asiste a las personas de la comunidad wichi. Cuando regresó a su domicilio en Tartagal su pareja la estaba esperando para exponer una dramática escena de celos.

«Ahora volviste contenta porque te cansaste de put… en Misión La Paz», fue una de las primeras frases intimidantes que soltó el agresor en contra de su mujer. Luego, yendo más allá, le exigió que se bajara los pantalones y le diera el teléfono celular. «Bajate el pantalón que quiero verte y dame el teléfono que quiero revisarlo», le dijo el agente R.D.R. En medio de las recriminaciones y los gritos, el policía le tiró el anillo de casados a la mujer.

Lleno de odio y fuera de sí, el sujeto pegó el portazo y no regresó al domicilio durante unos cuatro o cinco días. Tras volver, estuvo un tiempo y volvió a retirarse de la vivienda. Acongojada y sin saber si denunciarlo, la mujer y su hijo tuvieron que soportar días y noches plenos de temor, tristeza e incertidumbre.

En su denuncia la víctima manifestó que no es la primera vez que el cabo de la policía salteña se pone violento contra ella, en más de una oportunidad lo hizo y hasta el momento nunca se había animado a romper esa barrera de temor para hacer la denuncia por miedo a que su expareja perdiera el trabajo, siendo el único ingreso que hasta entonces tenían. Luego, la mujer empezó a trabajar como asistente en el norte.

Desde la institución de la fuerza policial analizan e investigan la situación del agente que se desempeñaba en la subcomisaría de Vespucio. Fuentes consultadas por El Tribuno indicaron que hasta el momento se desconoce si el policía fue apartado de la fuerza, lo que sí ratificaron es que se le quitó el arma reglamentaria y se abrió un expediente en pos de investigar lo ocurrido la noche del domingo 5 de enero en un barrio de Tartagal. Otro suceso de violencia de género que se suma e involucra a un agente de la Policía en el norte de la provincia.

Dos casos en Orán

En los primeros días del corriente mes dos uniformados fueron denunciados en Orán. El primero, un sargento de 32 años, fue acusado por su pareja de “lesiones agravadas por violencia de género”, y el otro, un comisario, acusado por dos mujeres integrantes del 911 por un faltante de dinero en la venta de un bono y por acosarlas sexualmente.

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