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Revelaciones en la causa judicialAcusan al ex jefe de la Armada de haber demorado la noticia de la implosión del ARA San Juan

En su declaración indagatoria, el contraalmirante López Mazzeo apuntó contra Marcelo Srur. Afirmó que “extendió la agonía” de los familiares de los 44 tripulantes del submarino que naufragó en el 2017.

El ex jefe de la base de Puerto Belgrano y ex encargado del operativo de búsqueda y rescate del ARA San Juan​, contraalmirante Luis López Mazzeo, afirmó que el ex titular de la Armada, almirante Marcelo Srur, es un “cobarde y mentiroso” que “extendió la agonía” de los familiares de la tripulación del submarino “en forma inaudita” al no comunicar rápidamente que la nave había implosionado y el lugar donde había sido el naufragio.

Lo dijo en su declaración indagatoria ante la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez, quien está al frente de la investigación por el hundimiento del submarino.

 

Si bien el embajador argentino ante la Conferencia de Desarme en Ginebra, Rafael Grossi, el 23 de noviembre de 2017 informó oficialmente a la Armada que la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (OTBTO) había detectado una «anomalía acústica» en el lugar donde navegaba el San Juan, López Mazzeo aseguró que ya el 21 de noviembre a la noche le había transmitido a Srur un informe de inteligencia de la Armada de EE.UU. que confirmaba que sus sensores habían detectado una explosión en el Atlántico Sur. Además, el reporte norteamericano indicaba que el naufragio estaba a 500 kilómetros de Comodoro Rivadavia y se tardó un año buscándolo por otros sectores del mar.  

Luego, López Mazzeo resaltó: “Nunca presencié mayor ignominia hacia la Armada, que la actitud cobarde y mentirosa de quien fuera su Jefe en aquellos momentos, así como la de algunos pocos que lo secundaron y de quienes -movidos por intereses personales- causaron la demora en el hallazgo del naufragio, ignorando y desprestigiando el trabajo profesional al que afanosamente se entregó el personal naval durante la búsqueda de sus camaradas naufragados”.

En este párrafo se refirió a Srur, quien luego de la tragedia inició un sumario contra López Mazzeo y otros altos oficiales achacándoles responsabilidades penales. El sumario, luego, fue parcialmente anulado por el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y ambos mantienen desde entonces una fuerte pelea.

“Se extendió en forma inaudita la agonía de los familiares y seres queridos, integrantes de la familia naval, a la que pertenezco junto con mi propia familia, durante todo el tiempo en que veladamente se discontinuó con la búsqueda del ARA San Juan, al negarles el derecho a un duelo oportuno de sus seres queridos, muertos en acto de servicio”, acusó.

En su indagatoria ante la jueza Yañez, López Mazzeo reveló detalles que hasta ahora se desconocían. Por ejemplo, afirmó que en la reparación de media vida del submarino en el 2015 se le puso un periscopio de 1985 y que cuando asumió lo cambió por uno de 2011.

También dijo que imputar a miembros de la Armada por el naufragio “significa buscar culpables para salvar la falta de respuesta” sobre las causas del hundimiento del ARA San Juan con 44 tripulantes en el Atlántico Sur, el 15 de noviembre de 2017.

 

La causa está caratulada como averiguación de delito pero, en principio, a López Mazzeo y otros miembros de la entonces cúpula de la Armada se los acusa de incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Por su parte, el abogado Luis Tagliapietra, padre de uno de los 44 tripulantes y querellante a su vez en la causa, pidió el procesamiento e incluso la detención de los marinos acusados.

Otro de los imputados es el capitán de navío Claudio Villamide, quien se desempeñaba como comandante de la Fuerza de Submarinos (COFS) cuando el buque perdió contacto, el 15 de noviembre de 2017. También Yáñez citó a prestar declaración indagatoria al jefe de Operaciones del Comando de Adiestramiento y Alistamiento Naval (COAA), capitán de navío José Marti Garro, y al jefe de Mantenimiento de la Armada (JEMA), el contraalmirante Eduardo Luís Malchiodi. Antes, se habían negado a declarar ante la jueza el capitán de navío Héctor Alonso, jefe del Estado mayor del Comando de la Fuerza de Submarinos; el capitán de fragata Hugo Miguel Correa, ex jefe de operaciones de la fuerza, y el ex jefe de Logística, capitán de corbeta Jorge Suliá.

Paralelamente, el Ministerio de Defensa a través del Estado Mayor Conjunto está confeccionado un nuevo sumario administrativo en el que analiza acusar por “faltas disciplinarias” a los responsables de la zarpada del submarino.

Un informe de la comisión investigadora bicameral -firmado por la mayoría peronista- afirmó que hubo responsabilidad directa de la cúpula de la Armada y que el naufragio habría sido ocasionado por un incendio en la batería de proa en medio de una fuerte tormenta aunque, hasta ahora, no se pudo descender hasta los restos de la nave para encontrar evidencias físicas de la causa de la tragedia.

En su indagatoria, López Mazzeo resaltó: “La jueza, ni el Fiscal (Lucas Colla), ni los querellantes ni yo, ni nadie en nuestra ni en otra Armada del mundo, sabe cuál ha sido la causa del naufragio. Pero aquí se nos indaga por haberlo causado”.

“Hasta que no se me indique cuál ha sido la causa del naufragio y consecuentemente el nexo causal entre las supuestas negligencias y el resultado dañoso que se me atribuye, no puedo ejercer mi defensa”, sostuvo.

E indicó: “Si no se me explica cuál de los comportamientos activos u omisivos que se dice habrían aumentado el riesgo permitido y/o cuál de las fallas o desperfectos que se dice habrían persistido (que veremos más adelante que no existieron) constituyeron la causa del naufragio, no puedo ejercer mi derecho de defensa”.

“Nadie sabe el porqué ni el cómo. Si no podemos saber cuáles fueron las causas que produjeron el naufragio del ARA San Juan, ¿cómo puede establecerse que existió un delito y, peor aún, cómo éste me puede ser reprochado a mí o a cualquier miembro de la Armada?”, se preguntó el marino, informaron fuentes judiciales a Clarín.

López Mazzeo, quien tenía bajo su mando a la fuerza de submarinos de Mar del Plata, afirmó después: “Desde su reincorporación (en el 2015) el Submarino ARA San Juan hasta el momento de su naufragio el día 15 de noviembre, computaba aproximadamente 53 días de navegación en el 2017 con alrededor de 1.029 horas de inmersión”.

“No hubo ninguna obra pedida por el Comandante del ARA San Juan (capitán de fragata Pedro Fernández) que no se ejecutara por falta de presupuesto”, aseguró, rechazando así las versiones en sentido contrario.

El San Juan «estaba en condiciones de navegar hasta Australia sin reabastecerse de combustible», afirmó López Mazzeo el lunes, en la indagatoria a la que concurrió acompañado de su abogado, Ricardo Saint Jean.

Las llamadas «pruebas de 48 horas» al submarino, antes de salir de Ushuaia, donde había participado de un ejercicio con la flota de Mar, según el testimonio “fueron ejecutadas sin registrar novedades de acuerdo a las declaraciones del Teniente Vianna quien finalmente no abordaría la nave”. La falta de reporte de desperfectos y el excelente nivel profesional de su tripulación “deja en evidencia que nunca podría haber adoptado otra conducta que la de no haber vetado de ninguna manera las zarpadas que el San Juan hizo desde que salió de los arsenales navales”, continuó.

Más adelante, señaló que su indicación al buque Seabed sobre dónde se encontraba hundido el submarino “fue la correcta y se perdió casi un mes” cuando se siguió un pedido de un abogado defensor de buscar frente a la Península Valdés. El submarino fue localizado el 17 de noviembre del 2018 sobre el lecho marino a 907 metros de profundidad por el buque «Seabed Constructor», de la firma estadounidense Ocean Infinity.

“La hipótesis escogida (por la jueza, en el sentido de que no estaba en condiciones de navegar) coloca la causación del naufragio principalmente en cabeza del Comandante del ARA San Juan y su tripulación, de acuerdo a las obligaciones y potestades que le asignan la ley y los Reglamentos. Supone, asimismo, que mintieron los numerosos y muy diversos profesionales de varios de los Arsenales, Direcciones y Comandos de la Armada que trabajaron y reportaron las tareas de reparación y acondicionamiento del submarino de acuerdo a estrictos procedimientos”, remarcó.

“Las novedades reportadas en la navegación de julio, así como la opinión de toda el Arma Submarina sin excepciones, no permiten sino concluir que el submarino se encontraba en condiciones de navegabilidad y preparado para los ejercicios navales en los cuales actuó, sin riesgo para el material ni su tripulación”, aseguró. Y confirmó que en el momento del naufragio, el San Juan no llevaba torpedos. La etapa en la que se encontraba el submarino «era de adiestramiento, no una operación de Inteligencia», como falsamente se afirmó durante todo este tiempo, explicó el ex jefe de la base naval de Puerto Belgrano.

Y señaló: “Al mismo tiempo, me resulta imposible pensar que alguien pudiera sentir mayor orgullo que el que he experimentado por el coraje y la nobleza de mis subordinados ante las adversidades que se nos presentaron”.

“Atribuir la culpa del naufragio al personal de la Armada Argentina significa buscar culpables para salvar la falta de respuestas que tenemos acerca de la causa del naufragio. La ciudadanía toda debe saber que la Armada no cuenta sólo con los 44 valientes que ofrendaron sus vidas. Miles de ellos sirven al país desde sus filas, en sus bases, en sus arsenales, en sus buques y aeronaves”, finalizó López Mazzeo.

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