TartagalAbandonó 25 paquetes, pero no se sabe si es cocaína

Un motociclista transportaba el sospechosos cargamento en una mochila cuando se encontró con la policía cerca de una comunidad aborigen en Tartagal.

Un curioso procedimiento, supuestamente vinculado con el tráfico de drogas, se realizó el domingo a la tarde en la ciudad de Tartagal donde la policía local secuestró 25 sospechosos paquetes que transportaba un motociclista que se dio a la fuga, luego de abandonar la carga. En un principio se pensó que se trataba de clorhidrato de cocaína, pero hasta ayer no se había podido determinar con certeza si, efectivamente, se trata de esa droga o de otra sustancia alucinógena, aseguró una fuente oficial, según informó El Tribuno.

El hallazgo de los «ladrillos» se descubrió cuando efectivos de la Policía de la Provincia realizaban un patrullaje de rutina por la calle 9 de Julio, cerca del cruce con la ruta nacional 34. En esos momentos se cruzaron con un joven que conducía una motocicleta, quien al advertir el desplazamiento del móvil imprimió gran velocidad y escapó en dirección a la comunidad aborigen de la etnia chorote.

La actitud del desconocido llamó la atención de los policías, quienes iniciaron su persecución. Cuando se aprestaban a darle alcance, el sospechoso sufrió una rodada y escapó a pie dejando abandonado el vehículo. El muchacho se escabulló entre las plantaciones de tártago y por ese motivo no lo pudieron atrapar.

En el portaequipajes de la moto los efectivos descubrieron una pesada mochila de color negro, en cuyo interior había 25 paquetes envueltos en cinta ocre. Ante la sospecha de que podría tratarse de un cargamento de droga, convocaron al personal de la Dirección de Drogas Peligrosas.

Se informó que los paquetes contenían una sustancia pulvurulenta de color blanco y a simple vista todo indicaba que se trataba de cocaína. Sin embargo, al efectuarse las pruebas de narcotest el contenido de uno de los «ladrillos» no arrojó resultado positivo para cocaína. No obstante ello se dio intervención al Juzgado Federal de Tartagal, quien dispuso que se tomaran cuatro pruebas químicas a cada uno de los 25 paquetes para determinar de qué contenido se trata.

«Por el momento no podemos asegurar si lo secuestrado en la ciudad de Tartagal es droga o no; hay que esperar los resultados de laboratorio», apuntó un fuente vinculada con la investigación.

«Carne podrida»

Pese a la reserva con que se manejan la actuaciones judiciales, las fuentes consultadas señalaron que algunos de los paquetes podrían contener bicarbonato de sodio y otros una mezcla de este producto con cocaína o pasta base. Una de las teorías que manejan los pesquisas es que podría tratarse cocaína «trucha», en lo que constituiría una modalidad que estarían utilizando los narcos de la frontera norte para embaucar a los compradores y/o consumidores de sustancias alucinógenas.

«En estos casos no podemos descartar nada y es probable que entre los narcos se estén vendiendo carne podrida», deslizó un informante.

Mientras se aguardan los resultados del narcotest, la policía norteña se encuentra abocada a determinar la identidad y la detención del motociclista que transportaba el sospechoso cargamento. Lo que los investigadores sospechan es que el prófugo es un originario de la comunidad chorote. Esto surge de los datos fisonómicos aportados por los policías que intervinieron en el procedimiento del domingo.

Se supo que ayer la policía de Tartagal realizó allanamientos en dos viviendas de la zona, sin que se hayan conocido los resultados de esas diligencias. Sin embargo, las fuentes consultadas comentaron a El Tribuno que las investigaciones están bien orientadas y que en un principio el joven ya estaría identificado. Lo que los pesquisas sospechan es que el joven estaría oculto en algún «aguantadero» de la comunidad aborigen.

Lo que se sospecha

Para los investigadores, el hallazgo de los paquetes y la actitud del motociclista de huir cuando se encontró con la policía indica que se trata de alguien que está vinculado con el tráfico de drogas. Lo que se cree es que el joven pudo haber sido contratado por alguien para que transportara el cargamento.